Logística de monasterio

En las colinas de Sagaing, Birmania, hay 5000 monjes y 5000 monjas budistas.
La vida en el monasterio es agradable, sin preocupaciones. El monasterio lo construyó un monje con el dinero que ganó en la lotería, dicen.

Cada mañana la gente del pueblo llena los boles de los monjes de comida y dinero, a cambio de unidades de Karma, inútiles en esta vida pero canjeables en la siguiente.
Con el dinero los monjes y las monjas mantienen los monasterios, compran más comida, se financian sus excursiones a Mandalay, contratan un servicio médico y compran sus pertenencias básicas: un hábito, un paraguas, un bolso y unas chanclas.
Eso sí, el hábito es a su vez bañador, servilleta, gorro, mantel, biombo,…

Comida, alojamiento y seguro médico gratis, no parece que los monjes de las colinas de Sagaing tengan demasiados problemas.

Por casualidad, a eso de las 7 de la mañana me llevan a hablar con un monje que mientras me cuenta la historia del monasterio supervisa la entrega de los boles de comida que han recolectado los monjes más jóvenes. Todo un ejercicio de logística, receptáculos de comida con diferentes tipos de delicias locales. El monje mas junior duda en que plato poner cada una de las comidas que le han donado.

Es probablemente el único problema de ese Domingo entre los 5000 monjes y 5000 monjas de las colinas de Sagaing.

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