Vuelta al mundo laboral: Agravios comparativos

Una de las maneras que tenemos para autoarruinar nuestro estado de satisfacción con nuestra situación personal es el compararnos con los demás.
Puedes estar muy satisfecho con tu trabajo y de repente tener un compañero que hace tu misma función y tiene mas privilegios. Automáticamente lo que era un buen trabajo pasa a ser un trabajo miserable, fuente de insatisfacciones diarias.
O el que tu vecino se compre un coche mejor que el tuyo, con el que hasta el momento estabas super contento.

Sin coche y sin trabajo, en la vida nómada no tienes mucha gente a la que te puedas comparar, y te puedes centrar mas en ser feliz, sin envidias, sin agravios comparativos.

Como el estado de nómada autofinanciado un estado que tiene que acabar tras un tiempo, lo mejor a la vuelta al mundo laboral es un trabajo en el que no haya posibilidad de comparar. Un puesto único, sin posición clara en el organigrama de la empresa, sin un título que te compare con los demás, sin una escalera corporativa que tengas que escalar, sin nada que tener que aparentar.

En definitiva, sin cosas que te distraigan de tu verdadero objetivo en un trabajo, el hacer que contribuya a tu felicidad personal, la actual y la futura.