Tráfico

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La autopista Bangkok-Chumphon, tres carriles por sentido. Motoristas casi todos sin casco, en todos los carriles. Gente que cruza cargados de cosas, motos en sentido contrario por el arcén, camiones y pickups con mucha gente sentada en el espacio de la carga, cambios de sentido en forma de U, coches y motos que se incorporan casi perpendicularmente, siempre al carril opuesto. Según escribo esto, una moto acaba de aparecer por la mediana, cruzando por los pelos los tres carriles frente a nosotros para incorporarse a nuestro arcén y venir circulando en sentido contrario.
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Así de caótico y efectivo parece el tráfico en Thailandia. Tiene sus reglas y una interpretacion de estas que parece generamente aceptada (la cantidad de pitidos y gritos de odio de unos conductores a otros parece mínima comparada con la que estamos acostumbrados en Europa).

Sin embargo, el mismo relax se aplica a las condiciones de seguridad, pocos llevan puesto el casco o abrochado el cinturón (los que tienen la suerte de ir sentados dentro del coche, y no en el espacio de carga).

Afortunadamente, cada pocos metros en la autopista hay carteles con fotos del rey de Thailandia, que vela permanentemente por el bienestar de sus ciudadanos. Aunque parece que solo lo hace con un ojo, el otro lo tiene mirando a otro sitio.